La dualidad del actor al navegar en el mundo del cine la marcan sin dudas sus pasos por las comedias y los dramas, donde dependiendo el género elegido ya sabremos de antemano que esperar y el público al que se enfoca. Pocas veces vemos un punto medio, pero en este caso logra reutilizar una vieja formula y que funcione.

  • Título: Hustle
  • Dirección: Jeremiah Zagar
  • Duración: 1h 57m
  • Género: Comedia y Drama
  • País de origen: Estados Unidos
  • Enlace IMDB: PRESIONE AQUÍ

Adam Sandler volvió al drama con Hustle, una producción exclusiva de Netflix. Al igual que hablamos de Nicolas Cage en la nota anterior, estamos enfrente de un actor que tiene tantos éxitos como fracasos si a películas nos referimos. El perfil del intérprete varía drásticamente en comedia o drama y muy pocas veces supo conjugar ambos géneros de forma apropiada, destacando Big Daddy o 50 First Days, donde si bien el carácter infantil y con humor físico está presente, funcionan en su generalidad.

Sus grandes performances se ligan, sin duda, a las películas con propuestas más maduras (Acá te dejamos cinco recomendadas), por lo que Hustle prometía, pero, teniendo en cuenta su antecedente en los dramas deportivos como The Longest Yard las expectativas eran mixtas. De todas formas, hoy se estrenó y desde ya avisamos que tiene muchos puntos positivos, algunos negativos y otros dignos de reflexión o análisis.

El largometraje tiene una premisa muy simple. Un scout de Básquet recorre el mundo en busca de jóvenes promesas para el Philadelphia 76ers, quienes deberán ser menores de 22 años para ingresar al Draft de la NBA (complejo sistema de elección de jugadores para los equipos de la liga). Él aspira a ocupar un cargo de mayor importancia en el equipo, pero los cambios en la dirigencia se lo pondrán difícil.

Ver: Reseña de King Richard

Si, es una película que sigue la clásica fórmula de superación en el deporte, pero, ante todo pronóstico, no se siente poco genuina y hay varios motivos por los que pasa esto. Lo primero es el carisma del protagonista, un personaje que luce como el Sandler irritable de las comedias pero que tiene la fortaleza e inteligencia necesaria para inmiscuirse en un ambiente hostil y lleno de traiciones. A esto se le suma Bo, un joven español de clase baja que tiene todo para ser una estrella.

Juancho Hernangomez en la piel de la promesa denota una carisma y pasión que sinceramente no creíamos posible en un inexperto del sector dedicado enteramente al deporte. Su rol está muy bien construido y su potencia física conjugada a la picardía desprendida por el basquetbolista, son una máscara perfecta para su personaje, que esconde capas de violencia, inseguridades, resentimiento y una vida de desigualdades.

A este punto quería llegar. En principio, podemos notar un discurso meritócrata y que presupone que el esfuerzo lo deja todo en su lugar, sin embargo, al plantearse el contexto y lo fortuito del descubrimiento de Bo, pone en jaque lo reduccionista de esta teoría y la complejidad de salir adelante en una coyuntura desfavorable. En películas como Hillbily Elegy o King Richard esta postura se ve de forma violenta, simplista y hasta onírica, presuponiendo que el maltrato y la exclusión son precios a pagar por una vida digna. Hustle, por su parte, navega entre deslegitimar esto y promoverlo constantemente sin decantarse firmemente por ninguna.

Ver: Reseña de 9 y La sombra del gato

Llegando a los aspectos técnicos, tenemos el gran fuerte de la película: el montaje. La versatilidad de los momentos de partidos y entrenamientos es maravillosa y capta la esencia deportiva. Muchas veces tendemos a creer que cuantos menos cortes el producto será mejor, pero la vorágine lograda con secuencias de variados planos es frenética. Podremos observar planos hermosos (como un par a través de una rueda), desenfoques, transiciones rápidas, uso de drones y hasta subjetivas dentro de la cancha. Algo negativo, tal vez, es la sobreexplotación de los planos cortos en momentos dramáticos que se salvan solo por los dotes de Sandler.


Conclusión: Una película sencilla, clásica, pero que entretiene y logra meternos en su ritmo sin cuestionar sus herramientas de manipulación ya vistas. Su montaje es único y cuenta con personajes muy carismáticos, aún cuando varios de los secundarios son olvidados por el filme de manera repentina.

Puntuación: 3.5 de 5.